Introducción
Con el Impresionismo, el siglo XIX superó el realismo
pictórico y la objetividad de la pintura. La máquina fotográfica desplazó a la
pintura en su cometido de plasmar los momentos más memorables de la historia.
Así, los pintores abandonan la objetividad impresionista y se lanzan a pintar
bajo una visión muy subjetiva de la realidad. Poco a poco, esta visión dejará
de referirse al mundo sensible y aparecerá la pintura no figurativa: la
abstracta. Los pintores postimpresionistas fueron los pioneros de las nuevas
tendencias pictóricas.
La aceptación por parte del público del arte no figurativo o
subjetivo fue escasa. Harían falta años para que se reconociese su valor. Por
otro lado, los compradores de arte, la alta burguesía, no se sentía atraída por
una pintura que a menudo encerraba una crítica social fuerte o una visión
angustiada del mundo.
La ruptura con la pintura clásica
La pintura del siglo XX rompe con los principios de la pintura clásica: luz, color, objetividad, perspectiva, realismo, y busca nuevos cauces de expresión.
La luz: el Impresionismo.
El color: los Fauves.
La objetividad: el Expresionismo.
La perspectiva: el Cubismo.
La figuración: los abstractos.
Características
La pintura de esta época (primera mitad del siglo XX) no da
importancia alguna al tema, hasta el punto de llegar a ser no figurativa en
ocasiones. Los pintores buscan más dar sensaciones o provocar sentimientos en
el espectador.
Las técnicas y materiales son variadísimos: a parte del óleo
se usan pinturas al agua, acrílica, pastel, tierras y otras.
Movimientos
El primitivismo
Recoge la herencia de Gauguin: se trata de una pintura de
colores chillones y arbitrarios, a base de trazos casi infantiles. Busca la
simplicidad. Un representante significativo del primitivismo, que se acerca con
sus cuadros al mundo del subconsciente, es Paul Klee.
El fauvismo
Se inspira también en Gauguin, pero se aparta de él, pues no
lo considera real. Sus pintores fundaron en Francia el grupo Les Fauves
(Las Fieras). Con ello pretendían cultivar una pintura salvaje, primitiva, que
recuerde los impulsos irracionales del ser humano. Matisse, el mejor
representante de este grupo, destaca por sus obras por el colorido brillante,
plano y arbitrario, de ingenuidad sólo aparente. El mundo es visto como desde
la óptica de un extraterrestre. La perspectiva se abandona.
El expresionismo
Los pintores expresionistas, fundamentalmente alemanes, dan
en sus cuadros una visión desgarrada de la realidad, coincidiendo con una etapa
crítica en Alemania, después de la I Guerra Mundial. En ellos es grande la
influencia de Van Gogh. Pionero y gran representante de este movimiento fue Münch.
En cuadros como El grito o El baile, pintados con líneas
ondulantes y colores muy violentos, expresa la vaciedad y la angustia de la
vida.
El cubismo
Su predecesor fue Cézanne, en su afán por reducir la
naturaleza a formas geométricas. Picasso lo descubre y sigue su línea: quiere
pintar formas duraderas, no impresiones efímeras. En realidad, no pinta, construye
cuadros. El primer cuadro cubista es de Picasso: Les demoiselles
d’Avignon. En él y en obras posteriores Picasso intenta representar la
realidad desde diversos puntos de vista. De algún modo, quiere captar la
esencia, la totalidad del objeto, y pintarlo no como se ve, sino como “es”
(igual que hicieran los antiguos egipcios). De ahí que represente todas las
facetas de las cosas en una sola imagen para que el espectador las una en su
mente. Picasso y sus seguidores: Gris, Braque y otros, rompen con la
perspectiva clásica usada desde el Renacimiento. Los temas de sus cuadros son
sencillos: a menudo instrumentos como guitarras o violines, con cuyos volúmenes
juegan.
Los abstractos
Es en Rusia donde nace la pintura no figurativa, conocida
como abstracta. Kandinsky fue su creador. Kandinsky buscaba pintar
cuadros sin otro objetivo que el de hacer una composición que, al igual que la
música, moviese la sensibilidad del espectador sin tener por qué conocer su
lenguaje. En sus obras es fundamental la espontaneidad, y así surgen una serie
de líneas y trazos de colores puros, con un claro efecto visual. Su pintura
crea ritmos, sonidos y sensaciones. Los colores tienen significado. El artista
es una persona libre que se expresa, sin intentar plasmar el mundo real.
En Holanda, bajo la dirección de Pieter Mondrian, nace otro tipo de pintura abstracta. Pero esta no es espontánea, como la de Kandinsky. Mondrian, Delaunay y sus seguidores pretenden pintar un orden racional de la realidad. Así, sus cuadro son una serie de líneas perpendiculares que delimitan espacios llenos de colores planos. Su abstracción no es expresionista, como la de Kandinsky, sino racional. Los cuadros de Mondrian y sus discípulos influirán enormemente en la arquitectura de la época.
Los Dadá
Rompen con todo, lo rechazan todo y se sienten libres, hasta
llegar a lo absurdo. Es un movimiento promovido por Tristan Tzara.
El surrealismo
Es un movimiento no sólo pictórico, sino literario. Deriva
del simbolismo del siglo XVIII y XIX y pretende reflejar el mundo del
subconsciente humano. El pensamiento de Freud fue muy influyente en este
movimiento, así como la filosofía de Bergson. El mundo primitivo se ha vuelto
complicado, pero hay un fondo humano que permanece: el subconsciente. Para
transmitir el subconsciente, la pintura surrealista se vale de perspectivas imaginarias,
temas simbólicos e ilógicos, oníricos y fabulosos. El máximo representante del
surrealismo es Max Ernst. En España, destacan Dalí y, sobre todo,
Miró, que llega a reducir sus cuadros a una serie de símbolos cuyo
significado debe interpretar el vidente.
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