Roma y Florencia
En el siglo XVI (Cinquecento) destacan dos grandes escuelas pictóricas: Roma y Florencia.
La pintura del Cinquecento se caracteriza por:
- Los matices: perfiles neblinosos y difuminados.
- La profundidad natural en el paisaje.
- Una composición clara y simple.
Leonardo da Vinci
Artista y pensador polifacético, inventó una técnica
revolucionaria, el sfumatto, que permite fundir los contornos de las
figuras en el fondo donde se mueven.
Le preocupan el volumen, el color y la luz. Su observación
de la realidad lo lleva a pintar sin dibujar, consiguiendo el máximo realismo.
Hace muchos esbozos de cada pintura.
Sus pinturas más célebres: la Gioconda, la Santa Cena, la
Virgen de las Rocas, muestran una composición clara y geométrica (en forma de
pirámide), y un tratamiento esmerado del paisaje. La luz es fundamental, así
como la expresión del rostro de los personajes. En el color, aplica el
sfumatto, con gradación de luz. Sus paisajes son innovadores: poco definidos,
más que recrearse en los detalles crea una atmósfera. Sin embargo, las plantas
son muy naturalistas, pinta los detalles. Sus figuras desprenden serenidad y
cierta ambigüedad en los gestos.
La Santa Cena es un mural del refectorio de la iglesia de
Santa María de las Gracias (Milán). Fue un ensayo con pintura al óleo y otras mezclas sobre
muro. Esto ha producido un desgaste y corrosión con el tiempo. En esta
composición hace un estudio de la luz y la perspectiva. La simetría no es
rígida.
La Gioconda es una composición piramidal. En ella usa
ampliamente el sfumatto. Representa un ideal de belleza femenina en la época
(no tiene cejas). Las manos están pintadas en escorzo.
Como pintor, Leonardo culmina una tendencia pictórica de su
época.
Además de artista, Leonardo estudió el movimiento de la
caída de los cuerpos, descubriendo la relación entre peso y velocidad. Realizó
estudios topográficos para hacer navegable el río Arno. También hizo
observaciones astronómicas: era un heliocentrista, creía que el sol estaba en
el centro del universo. Sus estudios ópticos lo llevaron a observar cómo el ojo
recibe los rayos de luz, y no los proyecta, como se pensaba. Inventó máquinas
de todo tipo: hiladoras, tornos... Creía en las matemáticas como ciencia
exacta, que desvela las leyes de la naturaleza. También estudió a fondo la
anatomía humana y la función de los órganos del cuerpo.
Miguel Ángel
Su pintura es escultórica: destacan en ella el volumen y la
anatomía humana. Sus formas desprenden expresión, movimiento, dramatismo y
vigor. Poco a poco evoluciona hacia un estilo expresionista, de formas
retorcidas, como lo vemos en su obra cumbre en la Capilla Sixtina: las figuras
proféticas, la Creación y el Juicio Final.
Los colores resaltan la bóveda (en la parte alta). El
paisaje apenas tiene importancia, sí los volúmenes y los cuerpos, las luces y
los escorzos.
Las sibilas expresan la curiosidad e inquietud por el
futuro: ¿qué pasará después de la Creación? Las composiciones, encerradas,
presentan líneas contrapuestas. Se aplica una escala jerárquica: las sibilas
son más grandes que el resto de personajes.
En el Juicio Final, pintado veinte años después que la
bóveda, la forma humana es protagonista.
Otra obra célebre de su primera época: la Sagrada Familia.
Rafael Sanzio
Pintor clásico, recoge la influencia de su maestro, Il
Perugino, en las composiciones con perspectiva; la de Leonardo, de quien
aprende el sfumatto; y las composiciones piramidales de Miguel Ángel, su
colosalismo y expresividad. Asimila en Florencia estas innovaciones,
aprendiendo a dibujar cuerpos y escorzos.
En Roma, al servicio de los papas, pintó los frescos de las
estancias vaticanas, donde muestra su habilidad en la composición (La
Escuela de Atenas, sobre la filosofía, y La Disputa, sobre teología)
y en el uso de la luz (San Pedro liberado por el ángel).
Sus últimas obras muestran una tendencia al manierismo:
composiciones intrincadas, movimientos violentos y claroscuros: La
Transfiguración.
Rafael ordena sus composiciones en círculos, huyendo de la
iconografía medieval. Sus cuadros son unitarios: con perspectiva central y simetría,
pero cada grupo forma una unidad propia. Ordena los filósofos por sus ideas:
los matemáticos y físicos, más prácticos, son más altos. Diógenes enlaza los
grupos de arriba con los de abajo. Leonardo aparece retratado, mirando al
público, en un guiño que enlaza la escena del cuadro con la realidad.
El movimiento es sereno y equilibrado. Hay un centro
principal y otros secundarios. La arquitectura retrata el proyecto de Bramante
para el Vaticano. La luz y la perspectiva aérea están muy logradas: es un desafío
ya resuelto.
Un fresco perfecto y equilibrado. En el centro, Cristo, y
bajo él, la custodia con los dos papas: León X y Julio II (mecenas de la obra).
El punto de fuga es la custodia. Los papas están retratados codo a codo con los
doctores de la Iglesia.
Es una obra maestra en el tratamiento de la luz y la
oscuridad. Obsérvese la figura del ángel, las sombras, la adaptación de la pintura a los elementos arquitectónicos: arco, puerta.
Estas tres obras mencionadas reflejan la crisis de la Reforma. La
Iglesia adapta la filosofía clásica al pensamiento cristiano.
Como pintor de vírgenes (madonnas) y motivos
religiosos mostró un gran idealismo (según su propio modelo de belleza) y se
hizo difusor de las ideas de la Contrarreforma. El objetivo era despertar la
piedad de la gente sencilla y combatir las ideas luteranas. Las composiciones
son piramidales, simétricas, o bien circulares. Hay detalles de espontaneidad y
naturalidad. Las coronas de los santos son un motivo propio de la
Contrarreforma.
Retratos
En sus retratos capta la psicología del personaje y va
eliminando progresivamente el fondo, centrándose exclusivamente en la figura
humana y en los detalles de la ropa. Dos obras notables son el retrato de Julio
II, a quien refleja como persona iracunda y distante, y el Cardenal de Madrid,
donde el fondo desaparece por completo.
Venecia
En esta época florece la escuela de Venecia. Recibe la
influencia oriental (por el comercio) y la florentina (perspectiva, dibujo).
Además, está marcada por el entorno natural y geográfico de la laguna: la luz y
el color son relevantes.
Características:
- Detalle.
- Riqueza.
- Paisajes poéticos.
Giorgione
La Tempestad. El paisaje es protagonista: color,
perspectiva, luz. Utiliza el sfumatto de Leonardo. No dibuja, aplica
directamente el color. Otra obra célebre: Venus de Dresde.
Bellini
Maestro en la luz y en la pintura de ropajes, sus retratos
alcanzan la perfección. Il Dogo.
Tiziano
Maestro del color, la luz y las formas suaves, evoluciona hacia el impresionismo. Son célebres sus retratos. Su influencia duró hasta el siglo XIX. La estructura ocupa el cuadro: el fondo liso resalta el personaje. El rostro expresa su psicología. Tiziano tampoco dibuja: juega con el color y las sombras.
Carlos V en Mühlberg: el paisaje se tiñe de colores
crepusculares. La composición es en diagonal, como una lanza atravesada.
La Bacanal, composición de tema pagano, a base de
diagonales y verticales. El color equilibra la composición, alternando puntos
de luz y sombra.
Venus y el amor es otra de sus obras maestras.
Il Veronese
Pintor de grandes escenas con lujo y detalles.
Las bodas de Caná.
Tintoretto
Pintor manierista, expresa el movimiento de forma agresiva,
con claroscuros y un paisaje romántico. Emplea la perspectiva aérea.
Lavatorio de los pies, Nacimiento de Cristo, Calvario.
Correggio
Maestro de luces y sombras, además de tratar motivos religiosos varios, es autor de los techos de varias
iglesias, que abre con efectos espectaculares de perspectivas majestuosas.
El Cinquecento alemán
Albert Durero
Humanista y viajero, este pintor es un maestro en el dibujo y el detalle. Recibe la influencia italiana y flamenca, y está imbuido del espíritu de la Contrarreforma. Fue autor de cuadros y grabados en xilografía, para imprimir en cobre.
Sus obras más conocidas: Adoración de los Magos, Adán y Eva, Los Cuatro Apóstoles, y un sinfín de autorretratos.
Bibliografía
Letts: El Renacimiento, col. Introducción a la
Historia del Arte, Universidad de Cambridge, Ed. Gustavo Gili, 1986.
Tolnay, Charles: Miguel Angel, escultor, pintor y
arquitecto, col. Alianza Forma, nº 48.
Clark: Leonardo da Vinci, col. Alianza Forma, nº 52.
Wolfflin, Henry: El arte clásico, col. Alianza Forma
nº 26.
Gombrich: Historia del arte.
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